sábado, 18 de julio de 2009

Armas de uniformidad para Oficial de Cazadores a Caballo.


Estas armas, de uniformidad ya que siguen las reglas de la época, para Oficial de Cazadores a Caballo, son de las llamadas de combate por su gran consistencia y medidas.
El sable, propio para Oficial de Caballería Ligera, según modelo del AN-IX (1800), está confeccionado por I.G.B. (Boegel), espadero en Solingen durante la época consular/imperial.
Montura enteramente en latón, con monterilla corrida, guarda, dos gabilanes y galluelo acabado en botón y torcido hacia la punta, todo ello grafilado. Puño en madera forrado de cuero y triple torzal en latón.
Hoja curva, vaceada en ambas caras y firmada en la bigotera por Boegel (I.G.B) y decorada en su primer tercio con motivos florales propios de la época y un sol radiante, todo ello con fondo de cobalto. Un solo filo corrido hasta la punta. Su lomo, cuadrado, lleva grabado en oro el distintivo de la Caballería Ligera en su parte inferior. Presenta un contrafilo de unos doce centímetros hacia la punta.
La vaina, construida enteramente en latón, lleva dos abrazaderas extremadamente decoradas con sendas anillas para su suspensión y batiente en forma de lira asimétrica tambien en latón. Está finamente decorada en su totalidad, en una de sus caras, con motivos florales y picados al buril, no así su cara interna, que presenta ligeros decorados.
Esto era habitual ya que como más rica era la decoración, más costosa era el arma, por lo que casi todas las vainas que llegan a nuestras manos, hoy, suelen ser así aunqué siempre está la excepción que confirma la regla.
Las pistolas, propias de la época Consular, por su diseño, son obra de L. Brunon, armero en St. Etienne, que estuvo dado de alta en el Gremio desde 1800 hasta 1810.
Cañones de calibre de a 18m/m., de ánima lisa y octogonales, firmados con tres punzones de oro en óvalo, por el célebre Jean Leclerc arcabucero de su Majestad Napoleón I. Presentan un color amarronado, por degeneración al cabo de sus dos siglos, del pavonado azulado original.
Este cambio de color suele darse en muchas armas que hoy nos encontramos, debido al lugar en donde y como han sido guardadas.
Montura en nogal, con las culatas finamente grafiladas y terminadas en óvalo, forma ésta, propia de la época consular.
No presentan lujo alguno, son para el combate.
Todas sus partes metálicas son en hierro, éste, ennegrecido por el paso del tiempo.
Baquetas confeccionadas en bigotes de ballena prensados con resinas y cabezales en hasta.

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