martes, 4 de agosto de 2009

DOSSIER: Sables orientales (I)




A la izquierda un Shamshir, a la derecha un Kilij (Cimitarras, sables curvos) de procedencia Turco-Otomana, ambos tuivieron un papel decisivo en Egipto, eran las armas de los Mamelucos que fueron derrotados por los cuadros de granaderos del General Bonaparte en la batalla de Las Pirámides.
Soldados, Oficiales, Jefes y Generales franceses, quedaron sin habla al ver la belleza de estas armas, su eficacia en la mano de un jinete cargando al galope y las terribles heridas que producían.
De líneas elegantes, esbeltas de esmerados acabados a cargo de los mejores orfebres y sus hojas, confeccionadas con el mejor acero del mundo, el de Damasco, hicieron de éstas bellas armas la codicia de los Oficiales de Bonaparte, procurándoselos, bien en combate, bien comprándoselos a los artesanos de El Cairo, con el fin de llevarselos a Francia, en principio como trofeo de guerra, sin saber que crearían una moda que dura hasta hoy en día.
Los sables de la fotografía, pertenecieron a estos Oficiales franceses que los llevaron a Francia, ambos están fechados a finales del siglo XVIII.

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