Bayoneta francesa, para tropa de Infantería mod. AN-IX

Como ya os he contado y repetido a lo largo de mis pequeños artículos, el año IX de la Revolución ó año 1800, de nuestro Calendario Gregoriano, es fundamental para Francia en materia de uniformidad ya que se hacen grandes cambios que serán la base del Consulado y posteriormente del Imperio.

Hoy nos ocupa la bayoneta francesa para infantería modelo AN-IX.

Esta bayoneta, de línea esbelta e innovadora, era mucho más ligera que los otros tipos de bayoneta usados en aquella época, por las otras Potencias.

De forma triangular con una de sus caras plana y las otras dos vaceadas, sugección tradicional de cubo, pero provista de una abrazadera de seguridad. Mucho más fina que los modelos de otros países, lo que proporciona una mejor penetrabilidad. Su peso también es menor lo que proporciona al soldado de a pié una ligera disminución de peso en sus pertrechos, la verdad es que unos gramos de aquí y otros de allí, ayudaban a hacer más agradable los largos desplazamientos que debían de hacerse caminando con la casa a cuestas.

La bayoneta representada en la fotografía proviene de la Fábrica de Klingenthal, pertenece a mi colección particular y lleva las marcas siguientes:

Una "P" dentro de un óvalo con una estrella de cinco puntas montada, marca que corresponde a Pache, que prestó sus servicios en la Fábrica de Klingenthal desde 1811 hasta 1812.

Una "B" con una cadeneta en forma de círculo a su alrrededor, que corresponde a J.G. Bick, que prestó sus servicios como Controlador de Klingenthal desde 1794, hasta 1825.

Y una "B" del típo de caligrafía inglesa, mayúscula dentro de un óvalo, marca ésta, que corresponde a J.A. Bisch, que presta sus servicios como Controlador en Klingenthal desde 1798, hasta 1836.

Viendo los años que han prestado sus servicios las tres personas que han registrado sus marcas en mi bayoneta, puedo decir con exactitud, que salió de la Fábrica, apta para el servicio entres 1811 y 1812, sin duda alguna.

No os olvideis, que las armas hablan, solo hay que entender su lenguage.