viernes, 12 de febrero de 2010

"YO ESTUVE EN MARENGO"

Como consecuencia a la victoria de Marengo, la industria privada, elabora una montura de sable para Oficial de Caballería Ligera, que denomina "A la Marengo" y cuyo diseño está inspirado en el diseño creado por Boutet para el sable que llevaría Bonaparte en la precitada batalla.
Para los Oficiales que estuvieron en Marengo, fué una manera de decir "Yo estuve en Marengo"
Esta montura nace y muere dentro del Consulado y podría afirmar que solo los Oficiales que estuvieron en Marengo se procuraron la compra de éste modelo.
Como vereis la similitud con el sable de Bonaparte es muy parecida, al menos en sus caracteríaticas generales, guarda en "S" unida al curvo gabilán a traves de un rectángulo, los seguros de sujección a la vaina en forma de medias circunferencias dotadas de un motivo egipcio, en éste caso un abanico y puño de ébano finamente cuadrillado.
A partir de estas características generales, la monterilla como podeis ver es a gusto del consumidor y podeis también apreciar que desde el extremo de la guarda sale un pequeño encaje para el fiador, uniéndo ésta a la monterilla.
Por supuesto estas dos armas, que os presento en éste artículo, están fabricadas para el combate y practicamente no tienen lujo alguno.

EL SABLE QUE USÓ NAPOLEÓN EN LA BATALLA DE MARENGO




14 de Junio de 1800 - Batalla de Marengo (Segunda Campaña de Italia)
El Primer Cónsul de la República Francesa, Napoleón Bonaparte, aplasta a los austriacos con la llegada a tiempo de su fiel Desaix, que pierde la vida.
Bonaparte lleva un precioso sable diseñado y confeccionado por el "Génio" Nicolás Noël Boutet en Versailles, de inspiración oriental debido a la todavía próximo-pasada Campaña de Egipto que melló la moda francesa orientalizándola en todos sus aspectos.
Montura construida enteramente en acero y pavonda en negro, resaltándo su rica ornamentación en oro. En su monterilla lleva incrustada la cabeza de Júpiter en oro como símbolo de grandeza. Su puño es de ébano finamente cuadrillado y la guarda, simple, en forma de "S" uniendose al gabilan por medio de un rectángulo a cada lado a los cuales están unidas dos medias circunferencias que ejercen la función de seguro de vaina.
La hoja es de damasco, vaceada en sus dos caras, grabada al agua fuerte, dorada y bruñida en sus dos tercios dejándo en el tercero el color del damasquinado con grabados de lunas y estrellas al agua fuerte. Filo corrido hasta la punta, lomo cuadrado y contrafilo arponado en mesa.
La vaina, está enteramente construida en acero y acabada en un negro pavonado, presentando cuatro abarazadera en oro ricamente ornamentadas con motivos geométricos y telas de aragnido. Las dos primeras llevan sendos pitones con anillas por las que pasa un cordón a la oriental para su suspensión en vandolera. El batiente, es de acero pavonado en negro en forma de botón oriental, presentando una abrazadera de oro finamente ornamentada.
Jerôme Bonaparte (1784-1860), Rey de Westfalia, se divorcia de su esposa y se casa de nuevo, con Catherina de Würtenberg. Su hermano Napoleón le regala éste sable con motivo de su boda.
El sable pasa al heredero de Jerôme: Victor Napoleón (1862-1926).
A la muerte de Victor, pasa a ser propiedad de su hija:
Marie Clothilde Eugéne Npoleón (1912-1996).
El sable es declarado Monumento Histórico en 1978.
Al morir Marie Clothilde, el sable queda para varios herederos.
Puesto en subasta en la Sala Osenat de París, se lo adjudica un descendiente de la familia de Jerôme Bonaparte, por la friolera cantidad de 4,8 millones de Euros.
La pieza tuvo un precio de salida de entre 1,2 y 1,5 millones de Euros, cantidad fijada por el experto Bernard Croissy.
Por lo visto y según me informó una gran amiga mía, vinculada a descendientes de grandes personalidades próximas al Emperador Napoleón I, al morir su propietaria, todos sus descendientes querían el sable y por lo visto decidieron ponerlo en subasta, cuyo resultado quedó dentro de la Familia ya que en realidad la puja, aunqué abierta a todo el mundo, fué entre ellos mismos. He de recalcar que el sable al ser Monumento Historico, no puede salir de Francia.
En definitiva, podríamos decir que el sable que utilizó Napoleón Bonaparte en Marengo, es el arma más cara de la Historia.